Y el amanecer muestra sus rosados dedos
La aurora muestra sus cabellos
El sol sus rayos revienta
Y se hace la luz en el horizonte
El calor invade mi ser, ciega cariñosamente mis ojos
un suspiro de ese aire cálido
alarga mi letargo, me hunde en el sueño
no hay mas dolor en mi mente
El vigor de mis miembros se desvanecen
me dejo llevar por la inercia
cierro los ojos y no siento mas
no mas sentir, no mas pensar
Entre los hilos del amor y la felicidad
paso los días hasta mi final
a tientas he llegado a mi destino
estoy en el sitio estoy aquí
Mis brazos y piernas no me pertenecen mas
estos ojos solo ven el resplandor del día
la mente algún día revoloteante
ahora en coma esta, sin alma
El obelisco diurno es fuerte, enclaustrante
mi voluntad obedece al mismo
cual Dios indómito
no hay rebelión....
au revoir
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